El arrendamiento puro es un contrato donde puedes utilizar un vehículo por un periodo determinado pagando una renta mensual fija, con la opción  de adquirirlo al final del contrato. Es ideal para mantener tu flota actualizada y controlar costos operativos.

Con el arrendamiento puro no necesitas un gran desembolso inicial  y puedes deducir las rentas como gasto operativo. Además, te permite renovar constantemente tu flota sin preocuparte por la depreciación o la venta del vehículo usado.

Solo necesitas enviarnos documentos básicos como tu Constancia de Situación Fiscal (CSF), identificación oficial (INE o pasaporte), comprobante de domicilio y estados financieros o bancarios recientes. Con esta información y acceso a la CIEC, realizamos un análisis rápido, transparente y personalizado, el cual dura menos de 48 horas para ofrecerte el mejor plan para tu negocio.

Al terminar el contrato, puedes devolver el vehículo, renovar el contrato con uno nuevo, adquirir el vehículo pagando el residual o inclusive re-financiar el residual para que puedas quedarte con el vehículo haciendo pequeños pagos.

Puedes arrendar una amplia variedad de vehículos, desde camiones ligeros hasta unidades de carga pesada, dependiendo de las necesidades de tu negocio y de los acuerdos con los fabricantes.